Hemos entrevistado a D. Alejandro Navas, doctor en Filosofía y profesor retirado de Sociología de la Universidad de Navarra. Por sus aulas, durante más de 40 años, han pasado algunas de las grandes firmas y directivos de los medios de comunicación españoles. Desde su retiro -que no descanso- comparte con PROA Comunicación su visión de la trayectoria de los medios de comunicación y hacia dónde van en este momento convulso de cambios trepidantes en todos los ámbitos, que nos conduce hacia medios minoritarios con un contenido de calidad para un público más cualitativo.
El profesor Navas hace un repaso sobre la historia de los medios, que resume en tres hitos fundamentales: “Oficio, profesión y negocio: oficio -los medios históricos tienen su origen en familias comprometidas con su entorno-, profesión -cuando un oficio consigue un peso, se ve la necesidad de regularse y oficializar la formación- y cuando esta actividad adquiere más importancia, acaba ganando peso el negocio, el beneficio económico. Las familias acaban cediendo su puesto a grandes grupos multimedia, y esto acaba atrayendo a grandes empresas que, además del negocio, descubren en los medios la capacidad de influir. Finalmente manda la lógica económica y esto hace más difícil salvar la pureza y el rigor de la tarea informativa, que se ve sometida a muchas presiones”.
“El ser humano es un gran contador y escuchador de historias”
El panorama de los medios de comunicación en general, a 10 años vista, se perfila “incierto”. Nos encontramos en este momento en un contexto convulso, con “una sociedad en crisis, un mundo globalizado donde las fronteras han perdido relevancia. Las personas se sienten perdidas, desorientadas”. Y esto se convierte, según Navas, en “un reto y una oportunidad, porque el ser humano es un gran contador y escuchador de historias. Necesitamos narración, sentido, significado, modelos, diversión, suspense, entretenimiento. El reto para los comunicadores es acertar a contar lo que pasa, que se ha vuelto complicado, complejo y eso requiere un trabajo ímprobo de contextualización, conocer los antecedentes, descifrar los signos de los tiempos, darle un contexto, un marco adecuado. Y todo, contado de forma atractiva”.
Apunta que, además de un reto, es una “urgente necesidad, porque hay mucho por hacer. La gente quiere saber”.
“El papel se ha convertido en algo minoritario y esto es a la vez un reto y una oportunidad”
Parece que el medio en papel, que quizá es el que tiene el futuro más incierto, se ha convertido en “algo minoritario. Es un hecho que las generaciones jóvenes no conocen el papel, ni muchas veces las ediciones digitales de los diarios”. Por contra, medios escritos que hacen un buen trabajo no solo se mantienen, sino que aumentan su difusión”. Y concluye que no está claro que el futuro del papel sea “desaparecer. Será un producto minoritario, que encontrará su nicho siempre y cuando dé un contenido valioso para las audiencias”.
Para ello, tienen que acertar con la demanda de su público. “Hoy se conoce al instante la respuesta de la audiencia, así que un medio que tiene una línea editorial que defender, tendrá que adaptar sus contenidos para ofrecerlo a su audiencia mejor y de forma más atractiva”.
“Un producto de calidad tendrá siempre aceptación”
El profesor Navas apunta que desde el teatro griego hay dos grandes temas que mueven al hombre, “el sexo-la violencia y la vida-la muerte”, pero no todos los medios “se pliegan de modo pasivo al sentir de la audiencia”, y pone como ejemplo el imperio mediático austríaco propietario del canal de televisión Servus, que tiene “por principio ofrecer un contenido de calidad. Es posible hacer un contenido de calidad”.
Además, considera relevante el caso de éxito de The New Yorker, que contra el principio de los textos cortos en la era de internet ha sobrevivido publicando ensayos largos. “Quiero pensar que un producto de calidad tendrá siempre aceptación”, concluye como cierre a la entrevista.
Foto: Alejandro Navas conversa con Dolors Marco, directora de Directora Salud, Farma y Tecnología Médica de PROA.