Ahora que nos encontramos ya a mitad de enero, podemos dedicar unos minutos para echar la vista atrás y analizar 2018 desde el punto de vista publicitario. El año pasado nos ha dejado una gran herencia en cuanto a tendencias. Si entendemos la publicidad, como una herramienta más por la que empresas y asociaciones se ponen en contacto con sus públicos, tenemos que mirar más allá de nuevas aplicaciones o formatos para analizar las tendencias publicitarias actuales. Tenemos que analizar qué mensajes han lanzado las marcas para conectar con el público que hayan sido notorios y bien recibidos.
El 8 de marzo del pasado año una ‘marea violeta’ llenó las calles y evidenció, tanto para ciudadanos, instituciones y marcas, que el feminismo es una preocupación que cobra relevancia. De tal manera que anunciantes y agencias han llevado a cabo acciones para cambiar la imagen con la que, tradicionalmente, esta industria viste a la mujer. Pirelli ha sido uno de los que ha protagonizado este cambio dejando atrás la tradicional visión sexista (y cosificada) de la mujer que caracterizaba sus calendarios, por un proyecto donde, en palabras del fotógrafo Albert Watson y recogidas en un artículo de MarketingDirecto.com, analiza a la mujer proponiendo “una visión positiva de las mujeres de hoy” centrada en sus historias y no en sus cuerpos.
Otro ejemplo ha sido la campaña #VocesEnIgualdad llevada a cabo por la Agencia Tango, junto a la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad y la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE), donde ha querido iniciar una conversación pública al respecto para señalar y denunciar una de las maneras más discretas que los estereotipos de género tienen de evidenciarse y perpetuarse.
Pero el papel de la mujer (afortunadamente) no es el único que se pone en entredicho. Fabricantes de juguetes, supermercados, productos de limpieza… cada vez son más los anunciantes que están desmontando los estereotipos. Con la campaña ‘#JugandoIguales’, Hasbro, rompe con los estereotipos de género en los juguetes infantiles, sumándose así a otras marcas que apuestan por la diversidad en publicidad, como Las Tres brujas, Uber o Lynx.
Mientras unos anunciantes vinculan sus acciones con hechos de actualidad y su propósito de marca, otras conectan con los consumidores iniciando nuevas conversaciones. Este es el caso de IKEA o Ruavieja que, con motivo de la Navidad, evidencian la influencia de las redes sociales y la hiperconexión digital de los consumidores para recordar la magia de reconectar con la familia. Bajo el lema de ‘#DesconectaParaConectar’ o ‘Tenemos que vernos’ pretenden abrir los ojos al público para que tomen consciencia de que, en esta sociedad digitalizada, lo más importante son las relaciones humanas, afectivas y familiares.
Y siguiendo esta disposición de las marcas de colocar al consumidor en el centro, encontramos otra de las grandes tendencias de 2018: dar voz a los consumidores. La última empresa en ponerlo en práctica fue Yoigo cuando, el pasado mes de noviembre, presentó ‘Pienso, luego actúo’ “una plataforma web con contenido propio cuyo objetivo es dar voz y visibilidad a personas que toman la iniciativa para abrir nuevos caminos que nos lleven a un mundo mejor, más accesible, justo y humano”.
Todas estas tendencias forman parte de estrategias de marcas que apuestan por transmitir un mensaje poderoso, con calado social, que conecte con el público a través de contenidos y experiencias basados en la emoción.