En España, las pymes y autónomos suponen prácticamente la totalidad del entramado empresarial. Las llamadas “startups” han recibido inversión que supera los 1.200 millones el pasado año 2018 (9 veces más que hace 8 años). A todas ellas les unen muchas cosas, pero sin duda, una de las más importantes se refiere a lo complicado que les resulta darse a conocer. Presupuestos muy modestos en el apartado de marketing suele ser muy común en todas ellas.
La experiencia me dice que ese problema se agudiza en el mundo de las startups donde lo normal es disponer solamente de un cartucho para sobrevivir. En este sentido, la alta rotación en puestos clave como es el del CMO puede suponer un problema que rompa el ritmo de crecimiento y eleve notablemente los costes.
Es muy complicado (y caro) que un CMO abarque todas las áreas de un departamento de marketing completo: imagen corporativa, creatividades, SEM, SEO, Afiliación, diseño de campañas, estrategia offline, definición y seguimiento de KPIs, negociación con medios, comunicación, etc. Siempre es necesario contar con más personal y con el apoyo de una o varias agencias. Esto dispara el coste de marketing, superando en ocasiones incluso el importe destinado a publicidad.
El outsourcing del marketing es una muy buena opción para resolver este problema. Supone una alternativa barata y eficaz que puede significar un seguro de vida en momentos donde el crecimiento y la estabilidad determinan el éxito o fracaso de la empresa. Las empresas convierten sus departamentos de marketing en agencias especializadas. Las empresas tienen a su disposición todos los servicios que cubren las necesidades del negocio a un coste muy por debajo del que supone la contratación de un CMO a tiempo completo. Les garantiza poder estar a la última en todo lo referente al marketing permitiendo a los responsables de la empresa centrarse en su negocio. Se trata de una opción flexible, que asienta las bases de un departamento crucial a un coste muy acotado y de óptima calidad.
Alberto Corcóstegui
Fundador y CEO de No Limits Media/BIMADS, y profesor colaborador de Deusto Business School