Consciencia financiera: el cerebro triuno en las finanzas personales

“El dinero nunca hizo a un hombre feliz ni lo hará. No hay nada en su naturaleza que pueda producir felicidad.

Cuanto más tiene un hombre, más quiere. En vez de llenar un vacío, lo crea.

Si satisface un deseo, dobla o triplica aquel deseo en otra manera”

Benjamin Franklin

El modelo triúnico del cerebro de MacLean permite considerar por separado tres ámbitos de la vida psicológica de las personas que lo hacen muy fácil de aprender e interiorizar: una instancia racional, otra emocional y otra impulsiva. ¿Cómo aplicar estas tres áreas a nuestra economía personal? Te sugiero un ejercicio.

Antes de empezar es importante entender que no hay una respuesta correcta: lo que salga no es bueno, ni malo. Consciencia es la capacidad de reconocer y percibir la realidad, ser consciente es el camino que abre las puertas a saber quién eres y desde ahí acceder a la verdadera transformación. Solo cuando sepamos cómo somos, qué nos condiciona y qué nos mueve, podremos tomar acciones que nos lleven a cambiar aquello con lo que no estamos a gusto.

Consciencia versus Ignorancia: reconocer la realidad y reflexionar sobre ella versus tener creencias falsas y limitantes y no cuestionártelas. No es que no sepamos, es que sabemos mal. Observa tus resultados y cuestiona tus pensamientos. Solo desde ahí podrás reinventarte y gestionarte.

Recomiendo coger papel y bolígrafo o mejor una hoja Excel en el ordenador. No sirve sólo pensarlo: ver algo por escrito y sacarlo de la cabeza es terapéutico porque se ordenan las ideas y se reducen pensamientos “intrusivos”. Al escribir, la mente no trabaja sola: al quedarse en el pensamiento, la mente puede ir enredando ideas sin rumbo, pero al ponerlo “negro sobre blanco”, se estructuran mejor esos pensamientos.

Según MacLean, el primer cerebro que se desarrolló era el reptiliano, el cerebro primitivo que ha garantizado nuestra supervivencia a lo largo de millones de años. Por eso es bueno reflexionar primero acerca de este cerebro. Para comenzar a ser LIBR€$ hay que ser conscientes de qué es lo que realmente necesitamos para sobrevivir, aquellos gastos en los que tenemos que incurrir si o si: diferenciar lo que necesito de lo que quiero, necesidad y lujo.

  1. QUÉ NECESITAS: para activar el cerebro reptiliano, coge todos tus gastos y ordénalos por partidas. Marca los que son estrictamente necesarios y compara lo que pagas por estas necesidades básicas con lo que podrías pagar si solo sobrevivieses: se muy crítico y objetivo con esos gastos que no puedes eliminar a día de hoy por nada del mundo. Por ejemplo: cuanto pagas por la casa en la que vives de alquiler o hipoteca frente a una casa más pequeña, en otro barrio o sin zonas comunes; o el coche que tienes frente a uno que sólo te lleve, incluso transporte público más alquiler cuando vayas a viajar; analiza también las marcas y cantidad de comida que compras.

Por supuesto que no necesitas más ropa, ni cines, ni restaurantes, ni seguro médico privado: estamos hablando de supervivencia pura y dura. Se muy sincero y objetivo: es importante que seas exigente en este ejercicio. No se trata de vivir así: sugiero hacer el análisis para observar la situación financiera con objetividad e ir luego al siguiente paso. ¿Cuánto es lo que de verdad necesitas para vivir?

  1. CÓMO VIVES: una vez tengas el listado de gastos básicos con los que podrías sobrevivir (solo sobrevivir), compara estos gastos con los que realmente tienes. Escribe al lado de cada partida cuanto estás realmente pagando. Y cuando lo tengas, añade también los gastos en los que incurres fuera de la supervivencia y su importe: ropa, restaurantes, cine, ocio, viajes, libros… Esta segunda fase nos despierta el cerebro emocional, aquellas partidas que nos ayudan a sentir más, que nos dan placer, que nos cubren unas necesidades no básicas, que nos permiten vivir mejor.
  2. POR QUÉ GASTAS: como hemos explicado anteriormente, la secuencia que lleva al éxito es pensar, sentir y actuar. Poner a trabajar el cerebro racional con los gastos, ayuda a controlarlos, entenderlos, aceptarlos y tomar medidas si se quiere o si es necesario hacerlo. Por ello finalmente te sugiero que analices por qué las diferencias entre los gastos básicos y lo que de verdad estás gastando y las partidas de placer. Analiza que te lleva a esos importes: pregúntate el por qué de todos ellos y anótalo. “Porque me gusta vivir cerca del colegio de mis hijos, porque necesito un coche caro que corra mucho para disfrutar el fin de semana, porque ir a un restaurante me relaja al no tener que limpiar la cocina, porque necesito ropa para verme más guapo, etc etc.”

Repito: no se trata de que te critiques ni juzgues. Lo importante es tomar consciencia y entender lo que pasa para actuar. A lo mejor te sorprendes: puede que en alguna partida estás gastando de menos o ahorrando en exceso.

La mayoría tenemos unos ingresos y un estilo de vida nada desdeñable: tenemos techo para dormir, dinero para ocio, móviles y ordenadores… Pero aun así, sentimos que no vivimos la vida que queremos. No es mala suerte, ni los planetas se han alineado en tu contra: seguramente el dinero se te escapa por un agujero negro que tienes que conocer. Solo cuando lo veas, lo solucionarás. Y todo se basa en entender la manera en la que manejas y gestionas tu dinero. Analiza qué piensas y por qué, piensa en aquello que te lleva a tratar y relacionarte con el dinero de la manera en la que lo estás haciendo.

Simplemente haciendo este ejercicio que sigue la secuencia del cerebro triuno de MacLean podremos empezar a ser conscientes de qué cerebro es preferente en nuestra relación con el dinero, qué pasa con nuestras finanzas y como mejorarlas. Al igual que cuando haces dieta o estudias una carrera, tener una economía saneada no se consigue de un día para otro: es un trabajo constante y paciente. Si empiezas hoy a entender por qué pasa lo que está pasando, podrás llevar a cabo acciones que solucionen la situación: no lo demores más.

Próxima Semana: Todo tiene sentido con el cuarto cerebro.


Rocío Ledesma del Fresno

Licenciada Summa Cum Laude en Dirección y Administración de Empresas con un Minor en Economía por The American University of Paris, además de haber realizado un Master en Finanzas en ICADE. Recientemente finalizó un Máster de Inteligencia Emocional en el Instituto Hune.

Durante 25 años fue Directora de los Departamentos de Innovación y Productos en Banif y Andbank. Actualmente es Manager en Dextra Corporate Advisors, boutique independiente de M&A y corporate, y consejera en Navis Capital Desarrollo, SGEIC, gestora de fondos de inversión alternativa registrada en CNMV. También forma parte de la asociación WA4STEAM, una comunidad internacional de mujeres business angels que buscan ampliar la presencia femenina en los campos STEAM, proporcionando no solo capital, sino también convirtiéndose en un socio estratégico para las futuras líderes.

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