La última actualización sobre el Covid-2019, también llamado Coronavirus de Wuhan, nos informa de que, aunque las muertes sigan creciendo, lo están haciendo a un ritmo más lento que las anteriores semanas. No obstante, nos encontramos con un riesgo cíclico en cuanto que no sabemos cuándo finalizará la pandemia. También representa un riesgo financiero por la gran presencia de China en los sectores productivos, económicos y financieros; ergo, lo que se aprecia es una clara desaceleración del ritmo de crecimiento, así como de los beneficios.
El Covid-2019 tiene una gran tasa de contagio, pero si la comparamos con otras pandemias que han surgido a lo largo de los años, vemos cómo este no presenta una tasa tan grande de mortalidad. Pero no hay que ser optimistas, la situación puede ser complicada en las regiones con menos capacidades de responder a la pandemia. La provincia de Hubei es la más damnificada, con más de cuarenta mil casos, con un 72%.
Lo que pueden hacer las empresas es invertir en medidas preventivas que eviten el contagio del Covid-2019 y se eviten nuevas amenazas. Ante esta amenaza, declarada internacional por la Organización Mundial de la Salud, hay que crear cadenas de resistencia en todos los procesos productivos y estrategias que tenga o con las que vayan a contar las empresas.
Estas conclusiones están recogidas en el informe realizado por el BCG Henderson Institute al que se puede acceder a través de este link