Estamos viviendo la cooperación, la solidaridad, los aplausos en los balcones, síntomas todos de cómo todos los animales, los insectos, las bacterias, cuando tienen dificultades serias se unen. Hay teorías de los antropólogos y de algunos ideólogos de que la evolución se basa en que hemos matado y luchado. La idea que detrás de todo lo humano está la lucha… de clases. La lucha, la agresión, el desprecio de los que no son como nosotros, “poseedores de la verdad”, de algunos gobernantes que, en España, siguen patrocinando la fragmentación y la ruptura de la cohesión social, el ataque a la historia, exacerbado mediante el recuerdo perverso y manipulado de la guerra civil donde solo hubo muertos en la zona de la llamada Republica… Memoria Histórica para atizar la fragmentación y las tensiones periféricas que les dan votos. Y esto no va a cambiar, seguiremos polarizados para nuestra desgracia.
Esta crisis como en cualquier empresa se arreglaría con el aporte de las soluciones de todos; por tanto, no vamos salir victoriosos solo con las arengas y la propaganda, sino con algo parecido a lo que hicieron los redactores de la Constitución, ahora, en esta crisis sanitaria, no van a ser capaces de hacerlo otra vez, unirse.
Estas circunstancias del virus asesino que nos amenaza, nos han mostrado la cara de los políticos en todos los continentes: recurren ahora a los científicos, muy tarde. Pero desde aquel coronavirus de 1918, los científicos saben que estas pandemias volverán y deberíamos reconocerlas, prevenirlas y armarnos antes de que lleguen. Esta de ahora aparece en China y al menos los médicos, no digo ya los expertos en medicina de plagas, sabíamos que llegaría.
No deja de sorprender que lo que está salvando vidas en todas las enfermedades son los buenos diagnósticos derivados de la investigación científica. Antiguamente la gente se moría porque los sanitarios aplicaban teorías sobre el enfermar, humores, espesamiento sanguíneo, flemas y espíritus. Hacían sangrías, purgas y otros tratamientos derivados de sus conocimientos librescos y especulaciones. No creo que los políticos nos impongan sus políticas porque han conseguido un buen diagnóstico de las Naciones, de lo que pasa y de lo que se nos avecina. No iremos muy lejos cuando hasta lo que somos y hemos sido se está manipulando, atacan la ciencia histórica, ningunean a la medicina preventiva. Hay que seguir dividiendo, destruyendo lo que parece que se está gestando, la unidad en los balcones, el valorar a la ciencia, a los sanitarios, a las fuerzas del orden, con una fallida cacerolada al Rey.
Con estos envidiosos al mando nos vamos a enfrentar después de esto a pandemias que vendrán, que ya están aquí: económicas, ambientales, de desertización de más de la mitad de España, de la falta de recursos hídricos porque los políticos bloquean crear conexiones del norte con el sur, para cuando hay un plus de agua y trasvasarlo. Porque el agua no es de todos, la cuenca del Ebro es de ellos, por ejemplo. De carencias en la investigación para ver la manera de soportar ese cambio climático con ayuda de la ciencia. Otra próxima pandemia que ya está aquí y va a más: los cincuenta y seis mil fumadores que morirán cada año, la misma proporción por obesidad, otros tantos por sedentarismos , o los 2,5 millones que mata el consumo de sal en el mundo: porque disminuye la función de las células del sistema inmunitario, produce hipertensión, obesidad, el cáncer, especialmente el de estómago, enfermedades autoinmunes… pues seguimos incluyéndola, de manera exagerada, hasta en el pan. Esta pandemia no va a matar a tantos en España.
Deberían tomarse medidas, una de ellas, mantener lo que ahora está en primer plano, seguir colocando a los sanitarios y a los científicos, a los muchos que estamos viendo que soportan el funcionar de España, en el lugar que les corresponde, dándoles parte del espacio de muchos de los que lo ocupan: influenciadores, tertulianos, ideólogos, programas del corazón, marcas, productos, bulos, falsos titulados, falsas personalidades, triunfo de la imagen, supervaloración de las nuevas tecnologías, falsa comida, dejando de dudar de la verdad y el creer en la mentira. La exaltación de la tecnología, la inteligencia artificial y creer que la inteligencia emocional se puede enseñar en las escuelas y meter los humanos en el mismo redil conducidos por los titulados expertos en la misma, como si eso fuera así de sencillo y hacerse experto también.
Cada persona, profesión, estado social, nivel de desarrollo, va a necesitar una distinta. En TVE están dedicando recursos no a patrocinar, resaltar investigadores, si no cantantes juveniles en “Operación Triunfo” (incluyendo adoctrinamiento político), costureros, cocineros en que los líderes del programa Master Chef Junior, llegan en limusinas de lujo como venían los Césares triunfantes de las batallas en sus carrozas; y, otros entretenimientos para aborregar y eliminar la cultura, preparando las mentes para los simplismos. Eso dice la investigación sociológica. Todo ello en la televisión estatal. Proponiendo estos modelos a la juventud con los que identificarse para con esas ensalzadas y ponderadas cualificaciones profesionales enfrentaremos al futuro. No podremos pagar los gastos de citada epidemia de salud, de modelos sociales, de sectarismos.
Y por si fuera poco no son suficientes las seis reformas educativas desde 1980, dictadas por los socialistas menos una de Wert que no entró en funcionamiento. Cuando hay demasiadas teorías sobre algo es que ninguna es válida. Estos legisladores están perplejos porque legislan desde la ideología, no desde el conocimiento de la realidad de las aulas y lo que la sociedad necesitará. La pandemia podía esperar, hasta el 8-M ante una necesidad urgente de incluir la educación sexual en los colegios y la libertad sexual.
Con esta labor de fragmentación tampoco podremos abordar otros muchos retos, como la agricultura y la ganadería que desaparecerán en muy pocos años de nuestra geografía, de esto no hay que tener ninguna duda que ocurrirá, como no teníamos duda los médicos de que vendría la Parca desde China. De la falta de estímulo para industrializarnos y de apoyo a los creadores del empleo. Si estos sanitarios y virólogos, -no los del Gobierno que sí los escucharon-, tan enaltecidos y valorados ahora, claro que provisionalmente, porque cuando pase esto serán otra vez desconocidos y arrumbados en sus laboratorios, mal pagados. Si hubieran sido oídos, tendríamos saturados los hospitales y colectivos de medidas anti contagio, de aprestos y utensilios terapéuticos.
Pues bien, estos señores desde la comunicación de la OMS en enero se han entretenido, como ya he dicho, en la igualdad de género, en la libertad sexual, la renta básica, el ataque a la Monarquía, y otras cosas derivadas no de un diagnóstico de lo que necesitamos sino de su ideología antañona, muy vieja.
Pero no, han gastado el tiempo y el dinero en su lucha por conseguir las políticas de género, ¡tan fundamentales para la supervivencia de la especie humana en 2020! “nos va la vida en ello”… Calvo dixit, que por tan ciclópea empresa expusieron a miles de mujeres en una de las 76 manifestaciones del Día de la Mujer en Madrid, tapando el que ya estaba la pandemia. En fin, por encima de la vida de todos nosotros estaba aprobar la ley de libertad sexual, conseguir el apoyo de los independentistas, la eutanasia. Todo esto nos debe servir para entender que, su ideología, sus intereses para conservar su nómina están y estarán por encima de la vida humana y esto no va cambiar en absoluto después.
Pero como el Quijote, intoxicado por su ideología libresca, lo vemos con aprensión no parar de aventura en aventura buscando el fracaso, el manteo, el porrazo, estos siguen haciendo política, es decir intoxicando nuestras mentes buscando culpables sin hacer autocrítica, sermones morales televisivos, en plena tragedia humana, en vez de gestionar su falta de preparación para la gobernanza de España. Es la consecuencia de unos votos de españoles desinformados que los han puesto ahí y con toda seguridad los seguirán votando.
También es la secuela a nivel mundial de votar gentes mediocres, narcisistas, infantiles, que por no agravar me callo diagnósticos más severos y ajustados a sus personalidades, y por lo que esto se ha transformado en una pandemia mundial. No han tomado medidas, y lo malo es que van a causar millones de muertos y se van a ir de rositas. ¿Existe el genocidio por imprudencia?
El estadounidense Trump destruyendo las normas del comercio mundial, exaltando el racismo y desoyendo la ciencia. Boris Johnson con un Brexit basado en la manipulación, amalgama de mentiras, inepcia gubernamental y corrupción que ha divido al país. Dejándolo como están también EE.UU y España, fragmentadas. En Brasil, Jair Bolsonaro diagnosticando de “gripecita”.
Todos líderes, resultado de la habilidad del marketing moderno y del poder de personalidades capaces de hacer regresar psicológicamente a naciones enteras, asta los buenos y malos a un estado de radicalismo emocional. -Técnicamente, posición emocional esquizo-paranoide-. Todos ellos sin hacer caso a tiempo a las autoridades sanitarias y en esto no descartaría a ningún gobernante mundial. La India ha tenido cuatro meses para tomar medidas y otras tantas los líderes mentados. A todos les une el ninguneo de la ciencia y de la cultura, dos herramientas imprescindibles para manejar la complejidad de lo presente y lo que se nos avecina. Las naciones lideradas por inmaduros, seguirán y votantes que se identifican con ellos y los mantendrán con sus votos. No cambiará el voto.
Esta crisis no servirá de nada, porque estos líderes seguirán, utilizando las emociones colectivas para poner a la mayoría de las poblaciones a su servicio, polarizadas. Si fueran personas normales habrían aprendido qué es lo que las naciones necesitan, incluso nivel mundial, cosa que no va a ocurrir. Hoy mismo la ministra Montero se exculpa y culpa, y sigue haciendo política en medio de la muerte y las tragedias familiares de miles de personas. “La derecha y la extrema derecha están utilizando la crisis del coronavirus…”. “Hicimos lo que nos dijeron la autoridad sanitaria y los expertos” Son la autoridad, pero inocentes. Así que borren a sanitarios y demás servidores públicos y su ejemplar sacrificio, lo prioritario es la cacerolada contra el Rey que estorba a su comunismo, como los “poderosos” los Bancos y las Eléctricas, no nacionalizadas, las instituciones y todo ello sin pausa entre muertos y confinados. No habrá cambios, seguiremos con la fragmentación, la división, continuará después de esta tragedia y no sean optimistas, porque iremos a peor… y con votantes a su favor y una recesión de un par de años o más si siguen los mismos personajes al mando.
Estos que mandan ahora y sus quizá muy débiles opositores han de empezar ya a prevenir lo que vendrá, la tristeza, la rabia el desempleo y cierre de factorías de creación de empleo porque no son ellos quien lo crean, de miles de pérdidas de proyectos, profesionales y vitales, para muchos la ruina. A todo esto, hay que añadir que nos veremos unos a otros como potenciales portadores de virus, que habremos perdido todavía más la poca confianza que tenemos en los políticos. Y desaparecerán otra vez de nuestras vidas, aquellos modelos, tantas personas que hayan perdido su vida en acto de servicio. Nos espera al menos un año en que el virus nos puede atacar. Pensaremos mucho lo que gastamos, temeremos a los grupos, a la cercanía de las personas, a los viajes, habrá caído la principal fuente de ingresos, el turismo. Y estos señores seguirán utilizando nuestras emociones para asegurar sus nóminas.
Para Sánchez son todos culpables, incluida la Unión Europea, todo menos él y su equipo. Y eso continuará. No esperemos que tomen medidas correctoras de todo esto, porque la mente humana, especialmente de las personas a medio desarrollar les falta las funciones de anticipación, la prospección, no detectan otra cosa que sus intereses, como pasa en los adolescentes con problemas de desarrollo emocional. La ética aparece en cerebros desarrollados, en sistemas emocionales consolidados, fruto de hogares estables, amorosos, dedicados al cuidado de sus hijos. Por cierto, muchas mujeres solas se han planteado llevar a los hijos a sus legítimos propietarios, o sea, a la Moncloa o al casoplón de Torrelodones…no tenía con quien dejarlos.
También la Organización Mundial de la salud decretó como tóxica la carne roja que seguimos recomendando los médicos un par de veces a la semana. Las plagas mentales atacan a todos y perturban el sentido común incluso a organismos internacionales al no definir con claridad los derechos de los niños o lo dicho de la carne roja porque si no la Ministra de educación, no hubiera estado tan dogmática afirmando que los hijos no son de los padres. En definitiva, volveremos a las plagas emocionales, a los radicalismos, a Cataluña y demás separatismos.
Nos harán olvidar, entre ellos y sus medios afines de cosas como a tantos héroes de la España real que no es la de los políticos. Que por cierto no quieren exponerse y dejan vacía la Cámara, pero seguirá cobrando, no habrá un ERTE para ellos.
José Antonio Rodríguez Piedrabuena
Especialista en Psiquiatría y Psicoanálisis. Especialista en formación de directivos, terapias de grupo y de pareja