Catherine Barba: «Estamos en un mundo en ruptura»

«El mundo está cambiando más rápido que nunca». Con esta categórica frase, Catherine Barba, pionera de Internet, emprendedora y business angel, habla sobre el mundo en el que nos encontramos, un mundo que, a su juicio, «está en ruptura».

Los cambios que estamos viviendo hoy nos obligan, en su opinión, a comprender el mundo que nos rodea mejor para tomar las decisiones correctas. Las empresas más tradicionales han de ser conscientes de que «todas las revoluciones actuales se pueden representar en curvas exponenciales», resalta. Y es por ello que dentro de estas organizaciones se necesitan líderes y profesionales que hayan sido capaces de adaptarse al nuevo contexto, a una nueva forma de pensamiento, de mentalidad. «Estamos acostumbrados a pensar en línea y ya no podemos seguir haciéndolo», asegura Barba.

Barba contagia entusiasmo cuando describe el mundo en el que vivimos. «Hoy todas las innovaciones tecnológicas son posibles: podemos construir casas en tres horas gracias a la impresión en 3D o tenemos coches autónomos», destaca. Pero, además, lo que es más importante e histórico es que actualmente se están solapando varias revoluciones al mismo tiempo, la de la inteligencia artificial, la de la robótica… Son muchos cambios a la vez y esto dificulta, según comenta, poder prever o anticipar el mundo del futuro. Barba ejemplifica esta situación aludiendo a un hecho incontestable y es que hoy las empresas con un mayor valor económico no existían hace diez años. Son compañías, por tanto, que no han visto esta evolución exponencial, que nacieron ya con un ADN digital.

La también miembro del Consejo de Renault tiene muchas reticencias a hablar de transformación digital. Está convencida de que el adjetivo «digital» no aporta nada. No tiene sentido porque estamos ante procesos de cambios culturales y organizacionales en las empresas. La tecnología es un «driver», es una herramienta pero lo realmente relevante es la transformación de mentalidad que han de asumir los equipos humanos, los líderes de esas compañías.

Sobre los retos en el ámbito de la transformación de las organizaciones, Catherine Barba considera que uno de los mayores desafíos es cómo estas compañías van a ser capaces de atraer talento, pero no solo de captarlo, sino lo que es más importante de retenerlo. Y busca la explicación en un aspecto crucial: los jóvenes hoy quieren trabajar por su cuenta o en empresas como Google o Facebook. Es realmente complicado que las empresas tradicionales atraigan a este colectivo. Es por esta razón que éstas han de adaptarse a las nuevas circunstancias y al nuevo lenguaje que hablan las generaciones actuales. Aquí es donde, a su juicio, se incardina el proceso de transformación cultural.

Pero, va mucho más allá en cuanto a los retos. Para esta emprendedora, es clave «pensar en futuro». «No se puede pensar en el negocio de hoy, hay que pensar en el mañana, en cómo será el negocio en un futuro», recalca con insistencia.

La formación de los equipos, clave 

Su periplo por Estados Unidos durante cuatro años le ha servido a Barba para constatar que el llamado país de las oportunidades no está tan avanzado como parece. El emprendimiento en Estados Unidos se localiza en lugares muy concretos, según relata. En los últimos años, asegura «he visto pocas empresas que estén preparadas para afrontar el proceso» de transformación, entre otros factores porque el CEO o la dirección de la compañía no tienen la visión necesaria para liderarlo. Este es un elemento fundamental para que la transformación cultural y organizacional de una compañía llegue a buen puerto. Como también lo es contar con un consejo de administración diverso. La diversidad, no solo de género, es un punto central para desarrollar esa sensibilidad que ayudará a afrontar los cambios necesarios.

Y otro elemento muy importante, la colaboración con el ecosistema de las startups. Según Barba, no solo se trata de hablar con ellos, sino de intercambiar experiencias e ideas, tratando de aprovechar lo mejor que pueden ofrecer estos proyectos y llegando más adelante a participar e invertir en esas empresas.

Asimismo, para que el proceso de transformación sea un éxito es imprescindible la formación de los equipos. Una formación que, a juicio de la inversora, debe centrarse en tres pilares: la cultura digital, donde se ha de poner el foco en los nuevos modelos de negocio que están apareciendo en el mercado; el significado actual del cliente (que no solo es la persona que compra un producto o un servicio) y el espíritu emprendedor.

Concluye nuestra conversación con un alegato de Barba sobre la necesidad de que se incorpore el fracaso como un factor esencial para que cualquier empresa o emprendedor avance y mejore. Fallar no es malo, sino todo lo contrario. Y es algo que se ha incorporar en el proceso de cambio. Exactamente igual ocurre con dos valores que a veces se olvidan, como son la humildad y la autenticidad.



Bárbara Yuste
Directora de Comunicación digital de Proa Comunicación

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