¿Hay esperanza para la esperanza?

Nunca pensé que el contexto en el que escribiese sobre los consejos de administración en España fuese tan crítico, inesperado, triste, y con un futuro tan incierto. Por ello, lo que voy a dar aquí es mi opinión, puesto que con toda humildad admito que me siento incapaz de anticipar lo que será el futuro de nuestra querida España, de nuestra economía, y de los órganos de gestión de sus compañías. Ya avanzo en que hay motivos suficientes para tener esperanza de que nos vamos a recuperar, ya que vamos a salir reforzados como cada vez que nos hemos caído.

Para ello, vamos a necesitar una sociedad unida, solidaria y con la mirada puesta en el corto, pero sobre todo, en medio y largo plazo, en la que caminemos juntos hacia el mismo futuro de prosperidad. Los órganos de gobierno de nuestras compañías y, en particular, los consejos de administración van a ser determinantes, ya que serán sus decisiones las que nos llevarán a esa nueva prosperidad.

Enrique Quemada Clariana, en su post del pasado 24 de abril, explicaba que en dos meses hemos avanzado cinco años en el ámbito tecnológico, refiriéndose al teletrabajo, el cual ha venido para quedarse. Pero yo creo que esa afirmación se puede aplicar a todos los ámbitos de nuestra vida, y los consejos de administración no van a ser una excepción.

Hasta hace dos meses se hablaba en todos los foros de lo retrasados que estaban nuestros consejos en materia de igualdad de género (el último estudio que he leído sobre datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores ponía de manifiesto que aún hacían falta 392 consejeras para que pueda considerarse que se ha alcanzado la paridad en el mercado continuo: 119,5 e el IBEX 35 y 2727, 5 en el resto de cotizadas). También se apuntaba por el Instituto Europeo para la Igualdad de Género que las mejoras en esta materia generarían hasta 10,5 millones de empleos adicionales hasta 2050, la tasa de empleo alcanzaría casi el 80% y el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de la UE podría crecer casi un 10% más hasta 2050.

Sin embargo, considero que en estos dos últimos meses hemos avanzado cinco años en materia de gobierno corporativo y que los consejos de nuestras empresas van a tener que adaptarse no solo para alcanzar la paridad de género y ser más eficientes económicamente, sino para nombrar unos consejos de administración en los que exista también una enorme variedad de perfiles que, siendo hombres y mujeres, aporten experiencia vital, criterios distintos en función de su edad, de sus conocimientos sectoriales y de su experiencia en materia financiera, jurídica, de control riesgos, de anticipación a las crisis y de toma de decisiones en situaciones de estrés. Me temo que las situaciones de crisis, al igual que el teletrabajo y las nuevas tecnologías, han venido para quedarse.

Espero que nuestros consejos de administración, y aquellos que tienen que tomar la decisión sobre su composición, hayan aprendido de esta crisis lo que quizá hubiesen tardado cinco años en circunstancias normales, y que den entrada a los catalogados hasta ahora como seniors, sean mujeres u hombres, dejando que estas personas con tanta experiencia vital y profesional no sean privados (como estaba sucediendo hasta ahora) de aportar todo ese bagaje a nuestras empresas. Espero que estos sean capaces de sentarse en una mesa de consejo y puedan entenderse con los jóvenes que, llenos de ímpetu, ideas y visión de futuro, aportan ese maravilloso bagaje que su juventud otorga. Los consejos de administración deben rodearse de expertos sectoriales, financieros, de estrategia jurídica y de control y de reacción ante los riesgos, lo cuales serán inevitablemente cada vez más frecuentes.

Apelo a todo ello con la esperanza puesta en la actitud de superación que históricamente hemos tenido los españoles. Como dijo Victor Frankl: “La actitud con la que respondes a lo que te pasa es tu última libertad y la que nadie te puede quitar”. Si somos capaces de responder a esta crisis con la actitud de siempre, la que nadie nos podrá quitar jamás, interiorizando y utilizando toda esa sabiduría que estos dos meses han aportado, habrá esperanza para España, para nuestra economía y para nuestras empresas.


María Segimón de Manzanos

Licenciada en Derecho y diplomada en Dirección y Administración de Empresas por la Universidad Pontificia de Comillas- ICADE, además de haber realizado un programa de Alta Dirección (PADE) en IESE Business School .

Ha sido socia del área de corporate de Clifford Chance y de DLA Piper en España, especializada en M&A de mercados de capitales y responsable de la asesoría jurídica corporativa de Ferrovial. Así mismo, ha sido consejera independiente de Hispania Activos Inmobiliarios Socimi, S.A., de Axiare Patrimonio Socimi S.A. y de Moove Cars Sustainable Transports, consejera dominical (en representación de Ferrovial) de la sociedad polaca cotizada Budimex y de Habitat Inmobiliaria y consejera ejecutiva de CBRE Global Investors, donde además fue  miembro de su consejo asesor, de su comité de dirección y General Counsel y compliance officer de esta gestora para España y Portugal.

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