El mundo empresarial todavía piensa que la información de tribunales es algo ajeno a la actualidad económica, quizás temas de sucesos y actualidad política. Sin embargo, la realidad es que una comunicación de litigios bien gestionada se ha convertido en un aspecto clave para la reputación de las compañías.
Cada vez son más los medios económicos que cuentan con periodistas especializados en tribunales y la información sobre disputas continúa ganando protagonismo. Aspectos empresariales que antiguamente no hubieran tenido tanta repercusión pública son ahora noticias destacadas. Las compañías no solo deben ser sino también parecer y, probablemente, para cuando termine el proceso judicial el juicio mediático estará ya sentenciado.
No se trata solo de intentar actuar ante una crisis provocada por un asunto concreto que acabe en disputa, ya sea judicial o arbitral, sino en anticiparse a los posibles riesgos, analizando la situación y tomando decisiones de comunicación desde el primer momento. La percepción errónea de que la comunicación de litigios consiste solo en informar sobre los aspectos procesales y que se limita a los tiempos que marquen los juzgados puede hacer un daño irreparable en la reputación de las compañías y de sus directivos.
Delegar la estrategia de comunicación sobre los avances del proceso a los propios órganos judiciales, a través de la comunicación de autos, comparecencias de testigos u otras resoluciones judiciales etc. sin anticipar la influencia en la opinión pública puede causar un gran perjuicio. Las empresas deberían prever cómo pueden afectar estas posibles decisiones en su imagen, en aspectos que cada vez cobran más relevancia en el mundo empresarial como la apuesta por la transparencia, el buen gobierno corporativo, la solvencia de la compañía o la responsabilidad de los administradores.
En ocasiones, los procesos judiciales se enquistan, son enrevesados, no se cumplen los plazos y la incertidumbre se multiplica. En más de una ocasión esto acaba derivando en crisis corporativas si la compañía no ha sido capaz de encauzar las percepciones, las más de las veces porque ha permitido que sean terceros los que transmitan sus mensajes a los medios, a veces de forma interesada.
¿Se puede evitar? Claro que se puede, las empresas que sean capaces que anticiparse a las diferentes alternativas, comunicar con transparencia y claridad en coordinación con los asesores jurídicos del pleito tendrán las claves para anticipar posibles situaciones y sabrán reaccionar a tiempo.
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