La comunicación digital es un activo estratégico que debe estar integrado en la gestión de la reputación de las compañías. La transformación digital exige adaptar y ajustar cómo se representa una marca en los canales digitales y, sobre todo, cómo comunica a través de los mismos. Las audiencias se han fragmentado en grupos de interés, y es clave saber aportar contenido relevante a su conversación en el entorno digital. Todo ello en sintonía con una estrategia global de comunicación asesorada por un partner de visión global y especializada.