Proa Comunicación ha sido una de las empresas que ha colaborado en la edición y producción del libro “Historia de la Banca Privada en España: Creadores de Prosperidad”, que fue presentado en un reciente evento en el Casino de Madrid. La obra hace un repaso por la historia de la Banca Privada en España dividiéndola en tres períodos: los orígenes del negocio hasta 1988, la etapa de formación de la banca privada en la que se configuraron tanto los modelos de negocio como los actores, y la fase desde 2008 hasta la actualidad, caracterizada por los profundos cambios regulatorios a consecuencia de la crisis financiera.
La idea del lanzamiento del libro fue de A&G Banca Privada, una de las entidades destacadas en el sector, que organizó el evento de presentación al que acudieron alrededor de 150 profesionales del mundo financiero y de la comunicación.
Función social
El libro define a la banca privada como “el conjunto de instituciones financieras que prestan servicios de asesoramiento y gestión patrimonial a clientes con riqueza elevada”. Un sector que es poco conocido entre la sociedad española, pero que realiza una función social clave: apoyar a los individuos en la toma de decisiones de ahorro e inversión, teniendo en cuenta su nivel de aversión al riesgo, y su ciclo vital. Una función que crece en importancia, en la medida que la esperanza de vida ha aumentado, y los individuos dependen cada vez más del ahorro y de la inversión propias, para cubrir sus necesidades vitales en la jubilación. Teniendo en cuenta que la capacidad de financiación del sistema público de pensiones español va menguando.
Por otra parte, el libro destaca que la banca privada es uno de los sectores que más aportan al crecimiento de la educación financiera en la sociedad, porque el trabajo del banquero privado es explicar a sus clientes, de forma inteligible y rigurosa, los riesgos y beneficios no sólo de una buena gestión de sus carteras, sino de las estrategias de inversión adoptadas. Para ello, debe hacer entender la relación entre rentabilidad y riesgo en la toma de decisiones de inversión, dado que a mayor rentabilidad esperada, el riesgo en la inversión debe ser mayor.
Invertir se ha convertido, además, en una actividad creciente en amplias capas de la sociedad, dado el bajo nivel de tipos de interés actual que aporta rendimientos nulos e incluso negativos a los activos sin riesgo (depósitos, cuentas corrientes, renta fija a corto plazo…). El asesoramiento que aporta la banca privada, por tanto, contribuye a la reasignación de capitales para proyectos con potencial real y fomenta el crecimiento de la economía.
Retos de Futuro
Los expertos que participaron en la presentación del libro debatieron algunos de los retos que la banca privada debe afrontar en el futuro, teniendo en cuenta el impacto tanto de la regulación tras la crisis financiera de 2008, como el avance de la tecnología y su influencia en las relaciones entre los clientes y su entidad financiera.
El primero de los retos del sector es cómo reconfigurar la relación del cliente con su entidad de banca privada en un entorno en el que la tecnología acelera la desintermediación en las decisiones financieras, y se crean nuevas fórmulas para el asesoramiento automatizado con menores costes.
Los ponentes resaltaron el papel insustituible del banquero privado como interlocutor personal y único, que canaliza toda la oferta de productos y servicios a medida de las necesidades financieras individuales de sus clientes, lo que consolida una relación personal y de confianza en el largo plazo.
La tecnología, concluyeron los expertos, puede complementar el trabajo del banquero haciéndolo más eficiente y eficaz, pero los modelos “robo advisor” cuyo asesoramiento se apoya en algoritmos, tienen su público objetivo entre clientes con menos nivel patrimonial que los de banca privada.
El segundo reto es el impacto de la regulación, que afecta tanto a la solvencia exigida a los operadores, como la escalabilidad en los costes de los servicios, y la capacidad de generación de ingresos para las entidades especializadas.
La opinión de los ponentes fue que la regulación afecta en gran medida al modelo de negocio, lo que hace más necesario poder aportar valor a los clientes con un asesoramiento personalizado y de calidad. Un servicio que debe caracterizarse por valores personales como la confianza y la empatía con el cliente, para entender sus necesidades patrimoniales en su totalidad, y alcanzar la máxima satisfacción en sus aspiraciones para todo su ciclo de vida financiera.
Javier Ferrer
Director del Área de Comunicación Financiera de Proa Comunicación