La Asociación Española de Fundaciones (AEF), de la que PROA es aliado estratégico, ha presentado este martes el informe El sector fundacional en España: Atributos fundamentales (2008-2019) realizado por los investigadores Simón Sosvilla Rivero (Universidad Complutense de Madrid), Gregorio Rodríguez Cabrero (Universidad de Alcalá) y María del Carmen Ramos Herrera (Universidad Autónoma de Madrid).
María Cano, responsable de Comunicación y Marketing de la Asociación Española de Fundaciones, afirma para PROA que “la comunicación es clave para mejorar el conocimiento del sector fundacional y posicionarlo como agente fundamental en el desarrollo de nuestra sociedad. Más allá de un ejercicio de transparencia informativa para dar a conocer qué somos, qué hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos, la comunicación es una forma de generar confianza. En este planteamiento, es necesario el desarrollo de una estrategia transversal a toda la organización. El objetivo es conectar con nuestros grupos de interés (beneficiarios, donantes y sociedad en general, entre otros), crear conciencia social y promover respuestas que contribuyan a cumplir nuestro compromiso con las necesidades y problemas de los ciudadanos.”
Este trabajo es la fotografía más actual, con los datos más recientes que existen, sobre el sector fundacional en España y supone la cuarta entrega, correspondiente al periodo 2008-2019, de la serie realizada por el Instituto de Análisis Estratégico de Fundaciones (INAEF) de la Asociación Española de Fundaciones (AEF). Ha sido realizado con la información disponible en la AEF y en las bases de datos públicas y recoge la evolución de las principales magnitudes del sector fundacional español.
El valor añadido del informe es doble: por una parte, ofrece una panorámica de la evolución e impacto del sector fundacional en España para un período de tiempo relativamente largo; por otra parte, al coincidir con una profunda crisis económica y financiera y una relativa recuperación económica posterior, el informe muestra no solo la capacidad de adaptación del sector fundacional a la crisis sino también, y sobre todo, la respuesta decidida a las demandas y necesidades de la sociedad española incrementando hasta donde ha sido posible sus recursos económicos y humanos.
De los trabajos realizados hasta la fecha se desprende que las fundaciones vienen desempeñando un papel cada vez más relevante en las sociedades desarrolladas porque pueden atender en determinadas circunstancias a las necesidades de colectivos específicos de una forma más cercana y eficiente que el sector público.
El sector fundacional de España aporta valor social (contribución creciente a la satisfacción de necesidades de muy diversos colectivos sociales, al mismo tiempo que canaliza el capital social del voluntariado), empleo (creación de puestos de trabajo con un elevado nivel de cualificación y capacidad de ajustarse a las crisis) y valor económico (como subsector de la economía no lucrativa y economía social de mercado relativamente equilibrado que camina por una senda anticíclica para paliar y moderar parcial y selectivamente los fallos de otras esferas de bienestar como son el sistema de mercado y el sector público).
En 2019 había en España 14.729 fundaciones, 1.395 más que en 2008. De ellas, 9.218 tienen actividad regular. Casi la mitad (el 48,8%) se han constituido entre 2003 y 2019. Existen 20 fundaciones por cada 100.000 habitantes y casi el 50% de ellas tienen su sede social en Cataluña o la Comunidad de Madrid. El 38,6% tiene un ámbito de actuación autonómico; el 26,6%, estatal; el 16,7%, local; el 11,7%, internacional; el 4,2, provincial y el 1,9, comarcal.