Desinformación en España: momento decisivo para fomentar el pensamiento crítico en la juventud

España se está quedado atrás en el desarrollo de iniciativas de alfabetización mediática, mientras la desinformación se instala con fuerza, amenazando la capacidad de propiciar el pensamiento crítico en la juventud. Se trata de un momento decisivo para hacer frente a este problema, como muestra el profundo análisis del Informe sobre Alfabetización Mediática en España, elaborado por la Fundación Luca de Tena.

Desde PROA Comunicación, consultora colaboradora de la Fundación Luca de Tena, nos sumamos a la llamada de atención que representan los resultados de este estudio del Observatorio de Periodismo de la Fundación, dirigido por José Suárez de Lezo y que cuenta entre sus miembros con Iñaki Gabilondo, Ignacio Camacho, Ramón Salaverría, Soledad Luca de Tena, Victoria Prego, María Eizaguirre, Nemesio Rodríguez, Pepe Cerezo y Lola Baños.

José Suárez de Lezo señala que el valor de este estudio es saber el estado de la cuestión para impulsar el trabajo en este tema, ya que “la educación mediática es una base formidable sobre la que cimentar el pensamiento crítico”. Y el informe deja claro que, si desde las instituciones españolas no se toman medidas importantes, el daño que se causará a las nuevas generaciones (y a la gente en general) puede ser irreversible.

Hay que tener en cuenta que, previamente, en un informe de la Universidad de Navarra y UTECO, se reveló que el 72,1% de los españoles asegura haber creído un mensaje o vídeo que resultó ser falso. Tal vez por ello, España es el segundo país de Europa, solo superado por Malta, donde más preocupación existe por la desinformación (82%). Una situación que convive con un interés mayoritario (58%) por recibir educación mediática, un deseo que no se está satisfaciendo desde las diferentes instituciones y administraciones, como pone de relieve el informe de la Fundación Luca de Tena.

En comparación con otros países europeos, España queda en una posición muy retrasada en lo que se refiere al desarrollo de iniciativas desde las administraciones públicas. Muy lejos, por ejemplo, de países como Finlandia, donde la alfabetización mediática se incorporó al plan de estudios en 2014, y los estudiantes, desde los seis años, aprenden a leer las fuentes informativas de manera crítica. Suecia, Dinamarca, Estonia, Alemania, Francia y otros países, han desarrollado o están desarrollando ahora, caso de Portugal, iniciativas potentes para hacer frente al problema.

España ni siquiera cumple algunas de las recomendaciones más básicas que la Unión Europea hizo a los estados miembros, como apoyar decididamente el establecimiento de redes de alfabetización mediática, desarrollar un enfoque permanente de aprendizaje al respecto y prestar apoyo a los proyectos piloto. Tampoco se ha respaldado el desarrollo de material para la alfabetización mediática, mejorar los modelos formativos existentes y diseñar otros nuevos.

No obstante, en nuestro país también hay casos de éxito que tratan de compensar esta situación. Hace un año, las asociaciones de la prensa de Andalucía y el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía ponían en marcha una prometedora iniciativa: el proyecto de alfabetización mediática Desenreda, que ha alcanzado a casi medio centenar de colegios, y que ha supuesto un paso adelante en la colaboración entre los profesionales del periodismo y las aulas.

Otras iniciativas destacadas son La llave maestra, de la Asociación de Periodistas de Jerez, que lleva ocho años impartiendo acciones de alfabetización mediática; La prensa en mi mochila, de la Asociación de la Prensa de Málaga; o Educac, en Cataluña, demuestran la voluntad de avanzar de instituciones profesionales y educativas.

El 75% de los profesores en España perciben que sus alumnos están desinformados

La alfabetización mediática es el proceso de aprendizaje de habilidades y capacidades para analizar los contenidos de forma más crítica y desarrollar una postura activa ante ellos. En definitiva, ser capaces, ante un contenido, de aprender a plantear las preguntas correctas sobre lo que se está viendo, leyendo o escuchando. Algo esencial para interactuar a diario con medios y redes sociales.

En este sentido, los datos que aporta el estudio de la Fundación son alarmantes. La encuesta realizada a 100 docentes en todas las comunidades de España arroja que el 75% de los profesores en España perciben que sus alumnos están desinformados. Además, según la percepción de los profesores de primaria y secundaria se ha avanzado poco (47%) o nada (13%) en alfabetización mediática en los últimos cinco años.

A pesar de que mayoritariamente el profesorado considera que la alfabetización mediática es una clara solución al problema de la desinformación (un 27% considera que es muy efectiva, y un 39% que bastante), y a pesar de que corroboran que el alumnado está muy afectado por la desinformación (un 41% considera que mucho, y un 34% que bastante) los docentes señalan de que no se están llevando a cabo las inversiones necesarias.

Un 40% de los encuestados considera que no se ha invertido nada, y un 27 % que se ha invertido poco, mientras que un 26% cree que se ha invertido algo. El 73% de los encuestados cree que Internet contribuye mucho a la desinformación y un 60% apunta que los medios de comunicación también contribuyen a la desinformación.

Juegos y expertos contra la desinformación

El informe de la Fundación aporta luz sobre otras herramientas que han dado resultado para desarrollar la alfabetización mediática, como es la gamificación. Incluye un listado de más de una decena de videojuegos y juegos de mesa en español, como Sala de escape y La plaza de la armonía. También ofrece una amplia relación de juegos en inglés, así como libros, guías y cursos disponibles sobre esta temática.

Además de la gran responsabilidad de las administraciones y del sistema educativo, se ha demostrado que otros actores juegan un papel importante en la alfabetización mediática. Es el caso de los periodistas y la industria de los medios de comunicación. Así, una de las claves del éxito puede radicar en la incorporación de los profesionales del periodismo a estas labores.

También las redes y plataformas sociales deben ser un elemento activo en la alfabetización mediática, creando recursos que ayuden a los usuarios a tener una visión más crítica de lo que reciben a través de ellas. Por su parte, la sociedad civil, formada por fundaciones, organizaciones cívicas o empresas debe implicarse de manera decidida. Y, finalmente, la familia es el entorno en el que se llevan a cabo las primeras acciones de alfabetización, por lo que sería deseable que incorporaran la mediática: sentarse con los niños y fomentar esa actitud crítica hacia la información, los medios y las plataformas.

El informe cuenta además con propuestas de especialistas y con diez entrevistas a personas de referencia en este ámbito como Ramón Salaverría, miembro del Comité de expertos sobre la sostenibilidad de la industria periodística del Consejo de Europa; Silvia Bacher, premio Media and Information Literacy Alliance Award; Marta Pellico, vicepresidenta de iCMedia; Jacqueline Sánchez Carrero, fundadora de Taller Telekids; o los catedráticos Ignacio Aguaded, Javier Marzal Felici y Victoria Tur.

La presentación del estudio tuvo lugar el pasado 23 de febrero en el espacio Zona Meta de Madrid.

 

Foto de la presentación del informe (de izquierda a derecha): Ramón Salaverría, catedrático de la Universidad de Navarra; Mónica Tourón, secretaria general de la APM; Rocío Albert,  viceconsejera de Política Educativa de la Comunidad de Madrid; Macarena O’Neill, viceconsejera de Desarrollo Educativo y FP de la Junta de Andalucía; y José Luis Zimmermann, director de Asuntos Públicos de Meta. (Fundación Luca de Tena)

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